Daniel Varela M.
Alarmante disyuntiva; aprobamos hidroAysén o nos enfrentamos a un futuro oscuro.Oscuro porque no tendremos luz que nos alumbre.Desde la óptica de quienes se oponen al proyecto, esto no tiene mucha importancia; lo cierto es que parece que todo argumento a favor de la hidroeléctrica tiene muy poca importancia para quienes se oponen a ella. Tampoco parece tener importancia el generar alternativas y enfrentarlas en una disputa de ideas y propuestas, como pretende el gobierno.
¿ Las razones?. Las desconozco, sólo puedo caminar a tientas y tratar de esbozar, con peligro de despeñadero, algunas ideas.
Un primer antecedente o premisa. El movimiento surge desde las redes sociales, de manera autónoma al gobierno y a la oposición. Así, es entendible que no existan alternativas o propuestas. Las redes sociales se mueven rápido y aglutinan voluntades de manera espontánea. Es la chispa que enciende la pradera y no podemos esperar de ellas que primero reflexionen, elaboren propuestas y luego protesten, es absurdo. A su favor, sostengamos que vendrán tiempos de reflexión individual, colectivas o comunitarias, pero vendrán.
Sostengamos con firmeza la esperanza.
Otro antecedente, si miramos el pasado; la historia de la salvación o la historia de la justicia, se nos presenta comúnmente como un salto al vacío, a la oscuridad. Dejar lo seguro por lo inseguro. Al igual que Abraham y Moisés, siempre en busca de la tierra que mana leche y miel.
De este modo, ésta nueva realidad, éste mundo de redes sociales que se opone, al parecer, prefiere cruzar el desierto y enfrentar esta amenaza de oscuridad abandonando lo seguro de una hidroeléctrica que garantiza, según el gobierno, electricidad para todos.
Optamos por cruzar el desierto y, esta vez, en la oscuridad.
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